jueves, 31 de enero de 2013

¡Festejando cumpleaños! Oliverio Girondo, original, loco, genial

El 24 de enero se cumplieron 46 años de su muerte, ya había pasado los setenta y sin embargo era joven, muy joven.
Aquí les transcribo una parte de su poema
Espantapájaros


No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible

- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
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En sus “Membretes” dijo que: “Un libro debe construirse como un reloj y venderse como un salchichón”, y para demostrarlo se comprometió a vender la edición de Espantapájaros  mediante una campaña publicitaria.
Alquiló una carroza en un funeraria, la llenó de flores y coronas, colocó un espantapájaros con chistera, monóculo y pipa en su centro y la paseó hasta un local de la calle Florida con 5000 ejemplares de su obra. Allí, chicas muy bonitas atendían a los clientes. Huelga decir que vendió toda la edición. Y esto pasó en Buenos Aires en el año 1932

miércoles, 23 de enero de 2013

El MET en el 2013

Esta es una de las imágenes de la que será la próxima escenografía del Rigoletto del Metropolitan de New York que los porteños podremos ver en la transmisión en directo y en pantalla gigante, desde el Teatro El Nacional el 13 de febrero próximo.
La acción se va  a desarrollar en Las Vegas en los '60.

Melómanos: ¡A prepararse mentalmente!


María Elena, seguís con nosotros


MARIA ELENA WALSH

El 10 de enero se cumplieron 3 años de su muerte.

Nació un primero de febrero de 1930, en Ramos Mejía, Provincia de Buenos Aires. Se crió con su padre, un ferroviario que le cantaba canciones acompañándose con el piano. En muchas oportunidades, ella habló de la carencia que significa una infancia sin madre.
Su primer libro de poemas “Otoño Imperdonable” se publica en 1947, a sus 17 años, y gana el segundo premio municipal de poesía. A éste seguirán: “Apenas viaje” (1948) y Baladas con Ángel (1951)
Poco tiempo después, invitada por la folclorista tucumana Leda Valladares se radica en Francia. Juntas forman el dúo: “Leda y María”, dedicado a difundir el folclore del noroeste argentino
Desde el exterior, con 21 años inicia una serie de espectáculos con buena acogida tanto del público como de la prensa, que, sin embargo, no disipan su nostalgia, y dan como resultado una serie de canciones infantiles llenas de gracia y humor absurdo, en las cuales los animales cobran vida, y le permiten sentirse más cerca del campo argentino, con personajes tales como gatos que bailan chacarera, la tortuga que vivía en Pehuajó y vacas estudiosas.
Permanecerán en Europa cerca de cinco años haciendo espectáculos folclóricos. De regreso al país, grabaron dos álbumes e hicieron giras por el noroeste. El último espectáculo que hicieron juntas fue “Doña Disparate y Bambuco”.
Entre las muchas y exitosas canciones para niños, están: “El payaso Plín, Plín”, "El elefante Trompita”, “La tortuga Manuelita”, “El Twist del mono liso”, “Chacarera de los gatos”, “Baguala de Juan Poquito”, y muchas más.
Por ese entonces, María Herminia Avellaneda, directora, y quien sería su pareja, la contrató para escribir guiones de televisión para niños, que le valieron los premios “Martín Fierro” y “Argentores”. En una de las últimas grabaciones en dúo, se incluyeron las canciones: “El mundo del revés” y “La vaca estudiosa” pero, surgieron diferencias entre ambas ya que Leda Valladares abogaba por el folclore tradicional, en tanto María Elena se abría a la experimentación con nuevos géneros, en especial el del mundo infantil. El dúo se deshizo.
Lo que distingue a esta artista es su capacidad de captar el mundo mágico, a través de la imaginación. En sus letras hay magia, no gazmoñería; hay didáctica, orientada a hacer pensar a los niños, a desarrollar su mundo interior; hay humor, un finísimo humor que nunca cae en lo burdo porque, esencialmente, María Elena respetó a la infancia, no fue condescendiente.
Antes de ella, la dureza del: - "¡Es así, porque yo lo digo!" -se imponía en la educación, ella abrió un mundo atrapante, manteniendo su popularidad por varias generaciones.
Luego, todo se traspoló y en la actualidad nos encontramos con el: “¡Nene, hacé lo que quieras, tenés derecho a todo”!
En el medio estuvo ella, con su invitación a la fantasía, con su percepción del lenguaje del niño, con un permanente incentivo a despertar la creatividad, ni tratarlos como si fueran tontos, ni la insensatez de no ponerles límite.
Sería injusto y poco verídico limitarnos a sus creaciones para niños, sin destacar su compromiso con la realidad. Fue defensora del rol de la mujer en la sociedad, de la justicia social y enemiga acérrima del militarismo en todas sus formas.
De ahí, que cuando edita el álbum para adultos “Juguemos en el mundo”, se juega denunciando y ridiculizando la desvergüenza, recordemos algunos versos de esas canciones:

“Te acordás, hermana, que desde muy lejos
un olor a espanto nos enloqueció.
Era de Hiroshima, donde tantas chicas
tenían quince años como vos y yo.”
 (El 45)

Ay, qué vivos
son los ejecutivos,
………………………
siempre tienen razón;
y además tienen la sartén,
la sartén por el mango
y el mango también. 
(Los ejecutivos)

Me estoy poniendo los guantes blancos
y el levitón ministerial,
y ya me voy a firmar decretos
para que todo siga igual.
(Diablo: ¿Estás?)

Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui
sola y llorando.
Hice un nudo en el pañuelo
pero me olvidé después
que no era la única vez, y seguí cantando.
 (Como la cigarra)

Las letras hablan, por sí solas, de su integridad, corroboradas a través de los años, con  sus declaraciones a la prensa que le generaron no pocos detractores, sin embargo, no se amilanó.
En el inicio del gobierno de Alfonsín, fue elegida para integrar el “Consejo para la Consolidación de la Democracia”, fue también destacada con el Doctor. Honoris Causa de la Universidad de Córdoba, “Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires” y “Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires”.
Sus últimos libros -orientados a los adultos puesto que ya no escribía canciones- fueron: Novios de antaño (1990, Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes, 1993 y  Fantasmas en el parque, (2008).
Sara Facio, su pareja por casi treinta años, la acompañó en esa lucha denodada por vencer un cáncer que, finalmente, le ganó el 10 de enero de este año.

Porque el idioma de infancia
es un secreto entre los dos,
porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.
Porque me duele si me quedo
pero me muero si me voy.
Por todo y a pesar de todo, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
(Serenata para la tierra de uno)

Con estos versos de "Serenata para la tierra de uno", te saludo, María Elena, y no te digo adiós, porque tus canciones me acompañaron desde la infancia, y luego, acompañaron la infancia de mi hijo, y seguramente, acompañarán la de mis nietos. Alguien dijo que no había mayor gloria para un poeta que el que sus versos sean dichos de memoria con prescindencia de su autor, y vos, acariciada por un hálito divino, nos dejaste una obra valiosa, las canciones para niños que se cantan habitualmente en los colegios, y las canciones para adultos, que han sido interpretadas por voces como Mercedes Sosa, Marilina Ross, y tantos otros.

por Omi Fernández (Publicado en Revista Aquende en Enero 2011)

EL NEGRO

por ROSA MONTERO

(artículo publicado en “El país” el 17/05/2005 y que vale la pena recordar)

Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos. Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja. De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países. De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta. Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta.
Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: "Pero qué chiflados están los europeos".

sábado, 19 de enero de 2013

Las redes sociales


El ser humano necesita interrelacionarse, su desarrollo está ligado al intercambio. Somos, en la medida en que tenemos la posibilidad de nutrirnos del “otro” y a su vez, recibir de ese “otro” el estímulo que se requiere para evolucionar, conformar una manera de ser, actuar y pensar. Desde el principio de los tiempos el hombre se nucleó para superar la vicisitudes que la naturaleza le presentaba, y así surgieron las organizaciones tribales para avanzar en conjunto y como individuos.

Las primeras redes se dan en el seno de la familia, para profundizarse y enriquecerse más adelante en los grupos de estudio, los amigos del barrio, los círculos laborales, los clubes donde se realizan deportes, fiestas, bailes, etc. Estos grupos de pertenencia se van armando y desarmando en la medida que crecemos. Los integrantes varían pero la necesidad de agruparse permanece intacta a través de los años.

En la actualidad, el avance de las nuevas tecnologías, ha creado formas de relación y comunicación que antes hubiera sido imposible imaginar. El uso masivo de las computadoras personales hace que los precios de mercado sean más accesibles. En la mayoría de los hogares se las considera un artefacto doméstico como la heladera o el televisor y cada vez es mayor el número de personas que tienen Internet sin límite de tiempo, lo que abarató considerablemente la conexión a la red.

Otro tanto ocurre con el teléfono celular que se ha convertido en una necesidad, incluso para los alumnos de escuelas primarias. Todo esto produce un cambio radical en la sociedad que altera la forma de relacionarnos. Ya no nos encontramos en una confitería para conversar y vernos, esto fue reemplazado por el chat y la cámara web. Ya no vamos al cine en grupo: nos bajamos las películas de Internet. Ya no nos hablamos por teléfono: nos enviamos mensajes de texto.

Estas nuevas formas tienen la impronta de ésta época vertiginosa signada por la inmediatez. Todo pareciera que tiene que ser ahora y ya, como si el futuro fuera hoy y no hubiera tiempo para ninguna actividad que no se resuelva en el momento.

Los adherentes a estas nuevas formas de comunicación son los menores de cincuenta años, por lo cual, existe una gran cantidad de gente mayor que se siente desplazada por no sumarse al uso de celulares ni a la navegación en la web y el resultado es una brecha abismal entre generaciones que trae aparejada una exclusión social importante. El respeto que antes se tenía por los mayores con experiencia se convirtió en conmiseración y hasta desprecio hacia estos “resistidores” a las nuevas tecnologías.

Toda herramienta es un medio para lograr un fin. Tanto el uso de celulares como el de Internet, son objetos que nos facilitan la vida en comunidad pero esto solo es posible si se hace un uso inteligente de ellos. Es decir, si no los consideramos un fin en sí mismos.
El “boom” de la actualidad son las redes sociales. Según la definición de Wikipedia (Enciclopedia de internet): “Una red social es una estructura social compuesta de personas (u organizaciones u otras entidades), las cuales están conectadas por uno o varios tipos de relaciones, tales como amistad, parentesco, intereses comunes, intercambios económicos, relaciones sexuales, o que comparten creencias, conocimiento o prestigio.” Esto referido a la red social como campo de investigación que surge de las Ciencias Sociales e incluye otras ciencias como la Sociología, Psicología Social, Antropología, Economía, Biología y otras.

Una parte de este concepto se incorpora a Internet a través de páginas web como “MySpace”, “Facebook” y “Twitter” por nombrar sólo las que han alcanzado mayor popularidad. Si bien existen diferencias entre ellas, no es nuestro propósito detallarlas por el espacio del que disponemos para este artículo. Para simplificar podemos decir que su propósito es permitir a los usuarios crear grupos de amigos, compartir archivos de música, opiniones, fotos, videos, promocionar productos y difundir actividades.

Se le atribuyen a Facebook casi 500 millones de miembros, y las traducciones a más de 60 idiomas. Una comunidad con tal cantidad de integrantes facilita la búsqueda de personas y la relación con familiares y amigos residentes en otros países, sin ningún costo y en poco tiempo. Esto amplía y mantiene la comunicación entre personas distantes a cientos y miles de kilómetros entre sí. Al mismo tiempo, ha generado una forma de relación superficial y pública. Todo se comenta y es leído y visto por los cientos de personas con acceso a dicha página (pertenecer al grupo de amigos de alguien es un trámite sencillo y casi instantáneo para los navegantes de Internet y por la misma razón, para cada usuario, dicho grupo crece de manera exponencial.) La posibilidad de crear grupos privados interesados en un mismo tópico, es muy útil para aunar criterios, delinear un proyecto y comprometerse en la realización del mismo.

Lo negativo es que la privacidad ya no existe, deja de ser un valor. Según el diccionario de la Real Academia Española, privacidad es: Ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger de cualquier intromisión.”

La privacidad es un derecho de la persona, que se pierde por el mal uso que se hace de confidencias, fotos y videos que cualquiera puede subir (postear) sin necesidad de pedir autorización y sin que haya manera de impedírselo, al menos en un primer momento. Esto fomenta la tendencia malsana de ridiculizar a otros -tan difundida en los programas televisivos- y con tan mala repercusión en la sociedad actual.

Coexisten dos mundos: el real y el virtual. Sin embargo, uno de los males de nuestro tiempo es que el mundo virtual es tomado por muchos como real. Este desfasaje resulta muy claro con respecto al uso de la palabra amigo.

Los miembros de la comunidad virtual de Facebook, por ejemplo, se va formando con amigos, a los que luego se agregan los amigos de esos amigos, en rigor, la mayoría son sólo conocidos, puede haber algunos con quienes se tenga una relación más estrecha, pero en general aumenta geométricamente por la incorporación de las relaciones de nuestras relaciones. Nadie ni ahora ni en el pasado puede tener doscientos amigos reales.
Los amigos, esas personas que se preocupan por nosotros, con los que compartimos alegrías y tristezas, que están dispuestos a ayudarnos en momentos difíciles y con quienes nos vinculamos en total reciprocidad, son pocos, y cuando los contamos considerando los dedos de las manos, siempre nos sobran dedos.

Omi Fernández
www.omifernandez.com.ar