jueves, 5 de octubre de 2017

El mirador Comastri

Nuestra cultura se ha ido forjando con el aporte de la inmigración, en especial la española y la italiana, que han venido a buscar un mejor futuro para ellos y sus hijos y lo consiguieron gracias a su contracción al trabajo constante. Si bien venían a “hacerse la América” su mentalidad se había forjado en la cultura del trabajo y evolucionaron porque este país les abrió sus puertas sin prejuicios y también por su dedicación y perseverancia en la tarea que realizaban.
Fue un italiano, Agustin Comastri quien en 1860 llegó a la Argentina y con solo 30 años se dedicó, junto a su mujer Clementina Cataldi, a aprovechar la tierra; plantar hortalizas, árboles frutales, tuvieron viñedos, y hasta en un momento fabricación de ladrillos. Todo en un predio comprendido entre las calles Niceto Vega, Dorrego, Corrientes y el arroyo Maldonado que por esa época estaba a cielo abierto.
El lugar fue utilizado por personajes históricos de la talla de Nicolás Avellaneda, Carlos Pellegrini, Luis maría Campos y Bartolomé Mitre. Y afirman los historiadores que le sirvió de escondite a Hipólito Yrigoyen en la revolución radical que ocurriera en el año 1893.
Comastri eligió la manzana comprendida entre las calles Loyola, Bonpland, Aguirre y Fitz Roy para la construcción de una casa que albergara a toda su familia. El arquitecto Eugenio Bagini diseñó en el centro de la manzana un mirador desde el cual se podían visualizar posibles enemigos.
El predio original fueron achicándose por varias razones: tuvo que vender una parte al gobierno para construir las vías del ferrocarril Urquiza, luego sus ganancias mermaron por emprendimientos que no resultaron satisfactorios y, así, fue desprendiéndose de otros lotes.
Al morir en el año 1991, sus diez hijos dividieron el predio en parcelas que fueron vendiendo y solo quedó en propiedad de la familia la manzana en que se encuentra el mirador. El lugar fue alquilado por distintas instituciones: un hogar para niños con problemas, luego una universidad y en la actualidad funciona la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 34, Ing. Enrique Martin Hermitte.
El sitio fue declarado de interés cultural y gracias a la decisión, esfuerzo y perseverancia de las fuerzas vivas barriales tales como la Junta de Estudios Históricos de Chacarita y Colegiales, la Asociación de Amigos del Parque Los Andes acompañados por el tataranieto de Agustín Comastri, el arquitecto Raúl Comastri, lograron aprobar los planes del plan de refacciones e iniciar las obras pertinentes con miras a reabrir sus puertas para ser un lugar visitado por vecinos y turistas.
La cúpula tenía los vidrios rotos, techos y paredes en mal estado debido a las lluvias e incluso una parte del edificio se había desmoronado. Por otra parte, por necesidades de los locatarios, se construyó pegada al mirador, un ala nueva que no mantenía el estilo neo-renacentista.
En abril de 2017 comenzaron las obras, con la idea de mantener el estilo neo-renacentista que tuviera en su origen, incluso desplazando las construcciones que fueron agregadas a posteriori dentro del mismo terreno.
Es de hacer notar que existe una puja entre los barrios de Chacarita y Villa Crespo ya que ambos afirman que la propiedad corresponde a sus respectivos barrios.
Diego del Pino, colaborador durante veinte años de la revista Aquende, que ha ganado numerosos premios como historiador de los barrios porteños consideraba que por la delimitación del barrio de Chacarita el mirador Comastri se correspondía con este barrio y no con el de Villa Crespo pero la puja continúa y, en rigor, el conflicto que divide a los dos barrios es de dos cuadras ya que el mirador está en el límite.
De lo que no quedan dudas es de que ese mirador rural, uno de los pocos que continúan en pie en la ciudad, merece ser restaurado para el bien de todos.
El predio ha sido catalogado por la Legislatura en el año 2004 como Sitio de Interés Cultural, y tiene Protección Estructural del Área de Patrimonio Histórico esto, con ser de mucha importancia, no alcanza a su preservación si no se encuentra la manera de convertirlo en un sitio vivo, como sería si se lograra habilitarlo como centro cultural del barrio.
Chacarita se ha ido modificando mucho en los últimos años debido en parte a las productoras de cine y televisión como Pol-ka e Ideas del Sur, por lo cual numerosos artistas se están mudando a esta zona, por otro lado se lo ha catalogado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como Distrito Audiovisual, restaurantes de distintas características se han instalado en sus calles, como bares y confiterías. Caben mencionar también los centros científicos para niños, y la gran cantidad de paredes pintadas por artistas plásticos que le va dando un toque especial a sus callecitas empedradas.

Estamos a la espera de sumar al Mirador Comastri como centro de actividades culturales, lo que continuaría con esta movida progresista que nos beneficia a todos.

Publicado en Revista Aquende Setiembre 2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario