domingo, 30 de diciembre de 2012
sábado, 22 de diciembre de 2012
Todas las cartas de amor son ridículas...*
Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.
También escribí en mi tiempo cartas de amor,
como las otras,
ridículas.
Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.
Pero, al fin,
sólo las criaturas que nunca escribieron
cartas de amor
son
ridículas.
Quién me diera el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.
La verdad es que hoy
mis recuerdos
de esas cartas
son
ridículos.
(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículos).
* Fernando Pessoa a través de su heterónimo Alvaro de Campos
Traducción del portugués Rodolfo Alonso
sábado, 15 de diciembre de 2012
jueves, 13 de diciembre de 2012
Beatriz Guido, un compromiso con la vida
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Beatriz Guido y Leopoldo Torre Nilsson |
En el año 1955 concreta su relación con Leopoldo Torre Nilson, con quien vivirá hasta la muerte de éste, en 1978.
Esta unión nacida de un amor a primera vista, se consolida a través del trabajo artístico.
Contó muchas veces cómo sufrió al verlo arrancar las páginas de su novela preocupado por transformar el lenguaje narrativo en cinematográfico. No obstante, el amor y la mutua admiración fueron más fuertes que cualquier tipo de competencia. La simbiosis artística que se produce entre ellos hace que sus obras estén indisolublemente ligadas.
Halagados por la crítica, el público y los premios, ganaron mucho dinero y también lo gastaron. Vivían épocas principescas y otras en las cuales no tenían una moneda. El era un apasionado por las carreras de caballos y un apostador compulsivo. Ella no sólo lo toleraba sino que en momentos de apremios económicos, no dudaba en empeñar lo que fuera -incluso joyas y objetos de valor heredados de sus padres- dinero que él depositaba en las ventanillas del hipódromo
Nada, entre ellos, provocó rupturas irreparables. Se permitieron crear libremente. Durante las filmaciones, se la podía ver a Beatriz Guido escribiendo en medio del bullicio provocado por cámaras, actores y técnicos.Concentrada en sus ficciones y a la vez acompañándolo. El fue su primer lector y ella colaboró con él en la transformación de sus relatos en guiones, con total desprendimiento de su autoría.
No tuvieron hijos biológicos, ni jamás se casaron. Fueron, no obstante, una pareja sostenida por el amor, la pasión y el compañerismo.
Cuando el muere, ella sigue escribiendo, La Invitación (novela), Homenaje a la Hora de la Siesta y Esperando a los Castro (teatro), La Encerrada y Viaje en Galera (dos nouvelles publicadas bajo el título "Apasionados").
Recibe el Diploma al Mérito en Novela otorgado por la Fundación Konex.
En 1983 recibe el Premio Nacional de Narrativa por su libro Apasionados.
Un año más tarde, en el gobierno de Raúl Alfonsín es nombrada Agregada Cultural en la Embajada de España con rango de ministro, ocupación que utiliza con gran generosidad para ayudar a los artistas argentinos exiliados en ese país en la época del Proceso Militar.
Estos logros no alcanzan para equilibrar la pérdida.
Durante los nueve años que lo sobrevive, no consigue superar la soledad, la sensación de vacío le resulta intolerable.
Se refugia en los amigos, bebiendo -no para olvidar- sino para mantener vivo su recuerdo.
El 6 de marzo de 1988, su cuerpo dijo basta. Su alma se inventó alas, sabía que en alguna parte, él la estaba esperando.
lunes, 10 de diciembre de 2012
Centro Cultural TiAna
lunes, 5 de noviembre de 2012
STIEG LARSSON Y HENNING MANKELL, el boom de la literatura policial sueca
Stieg Larsson (1954-2004) es el creador de la saga Millenium, una trilogía que en la traducción al español se tituló: “Los hombres que no amaban a las mujeres”, “La Chica que Soñaba con una Cerilla y un Bidón de Gasolina” y “La Reina en el Palacio de las Corrientes de Aire”, todas ellas con tiradas excepcionales. Las tres fueron llevadas al cine en Suecia con las actuaciones de Noomi Rapace y Michael Nyqvist, en los roles de Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist.
Tanto Larson como Mankell son herederos de Maj Sjwall (Estocolmo 1935) y Per Henrik Wahl (Lund 1926-Estocolmo 1975), matrimonio de escritores suecos donde abrevan todos los que les siguieron.
Otros novelistas escandinavos del género son Jo Nesbo (noruega); Arnaldur Indridason (Islandia); Kjell Ola Dahl (Oslo, 1958) y Anne Holt (Larvik, 1956), entre otros.
Omi Fernández
domingo, 4 de noviembre de 2012
Lawrence Durrell, hechizo de una ficción
El Cuarteto de Alejandría de Durrell
Santiago Kovadloff, construcción de lo diáfano
Santiago Kovadloff es un hombre de la cultura que se ocupa de hacer didáctica, no sólo en sus cátedras sino en cada artículo que escribe y en cada entrevista que concede. Su vocación docente está presente y se le advierte el regocijo de brindarse con generosidad compartiendo sus conocimientos, producto de años y años de lecturas reflexivas.
Omi Fernández
lunes, 3 de septiembre de 2012
"Más allá del silencio, Bergman regresa"
jueves, 30 de agosto de 2012
Relecturas: Jean Paul Sartre

lunes, 27 de agosto de 2012
Profundidades de Henning Mankell
Henning Mankell, famoso por la serie protagonizada por el detective Kurt Wallander, es un escritor prolífico y también, un hombre de teatro.

Volvamos al cine Barrial
Comentario del Libro "Lo que deja la marea"
LO QUE DEJA LA MAREA de Marta Rosa Mutti (Dunken - 2012) es una novela coral. Una multiplicidad de voces, a la manera de un canon, van revelando una historia llena de ocultamientos, verdades a medias, conflictos sin resolver.
El leit motiv es la búsqueda de la identidad, una condición que se desvanece en los inmigrantes que llegan a un país extraño -en este caso desde Italia- y se encuentran con que todo es diferente, los hábitos, las costumbres y hasta el idioma.
En 132 páginas accedemos a una saga de cuatro generaciones (desde Dante hasta el padre de Lucía) y esta síntesis es patrimonio de los poetas. Marta Rosa Mutti es poeta y se respira en todo el texto. Al leerla recordé una saga maravillosa que fue Al Este del Paraíso de John Steinbeck (la novela no la película que es solo una parte de la historia). Las sagas tienen la particularidad de mostrarnos y de que entendamos más claramente los problemas humanos, que en general son lo que nos heredan los padres y abuelos y los que les heredamos a nuestros hijos, nietos... y la lista seguirá pero no la veremos por cuestiones de reloj biológico.
Dante es el cuello de botella de sus ascendientes. En él recae todo el peso de quienes no hablaron, empezando por su hermano y su madre que ante la desaparición del padre, quien “se esfumó con la violencia que determina el silencio de no decir una sola palabra”, deciden actuar como “si aquí no ha pasado nada” y él siendo un niño de cinco años, resulta el emergente de una situación familiar incomprensible y enmudece, sólo por unos pocos meses, los suficientes para que entable un diálogo consigo mismo y reconozca que “Sí, ahí nacieron las voces porque había que hablar para adentro.” Esas voces internas son quienes lo llevarán a inmiscuirse en el pasado “No sé si las voces vinieron o si yo las hice aparecer. Quiero pensar que me buscaron”. Dante crece como un chico taciturno, reflexivo y un tanto melancólico, buscando la razón por la cual su padre desapareció.
Su hermano mayor, Mariano, es un personaje muy bien delineado, un negador que hace causa comun con la madre, sin rebelarse, ni siquiera con preguntas. Se enfrasca en el trabajo y consigue recuperar las tierras del abuelo pero está tan inhabilitado para la entrega como Dante. Porque los dos hermanos viven con una culpa no dicha y cada uno la tapa como puede.
Son las voces de Dante las que lo llevarán a visitar a las hermanas de su abuela, y con los relatos que va reuniendo accede a los hechos ocurridos comprobando que nada es lo que parecía.
Su búsqueda revela a un abuelo amoroso e inteligente que se dedica a su hijo (Marcos) con dedicación y ternura, a una abuela egoista (Lucía), incapaz de amar y de esa unión nace su progenitor, que fue arrancado de la niñez de cuajo al ser testigo del asesinato a quemarropa de su propio padre.
Los conflictos sin resolución se suceden de generación en generación, sin que “nadie se atreva a dar la cara y acabar con ellos o resolverlos con apenas darle el lugar que reclaman”.
Las especulaciones de las víctimas del silencio, son como los fantasmas que los chicos agigantan en las sombras de la noche. Se vuelven terroríficos y en la mayoría de los casos, muchos peores de lo que en realidad son. Del mismo modo, muchos adultos necesitan dormir con las luces encendidas para ahuyentar a los monstruos. Y la esperanza es la que prima porque “si la marea se va pero luego, da la oportunidad de la vuelta, se podía esperar”.
Desde el punto de vista formal, la novela está construida con retazos de voces sin continuidad cronológica que el lector debe armar como un juego de ingenio. Es para lectores atentos, avezados, que disfrutan con la reconstrucción de la trama, no es para cómodos.
Además, aparecen relaciones de personajes secundarios que aunque están ligados a la trama, crean la sensación de germen para otra novela, tal es el caso de la íntima conexión entre Denise y Paulina, que nos crea la inquietud de saber qué razones no mostradas origina ese “disfraz de amistad”.
Todo el texto es una búsqueda de la propia identidad, inserta en nuestro pasado y en sus antecesores, y un encontrar el camino a recorrer para darnos permiso para entregarnos al amor, ese amor que “es demasiado complejo, es una proporción entre lo que traemos y lo que somos capaces de dar.”
Omi Fernández
Badía , te preguntaste ¿Que será de mí cuando tenga sesenta y cuatro?
Desde la niñez, amaste la radio, y en 1970 obtuviste tu título en el ISER (Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica). Tu padre, Juan Ramón Badía fue un locutor prestigioso y un maestro de locutores, no es casual que tanto vos como tu hermana Marisa abrazaran el mundo de la radio y la televisión, y se mantuvieran en el ambiente por muchos años.
Debutaste en Radio Antártida pero tu primera radio en serio fue Radio Rivadavia, a la cual siguieron Radio Del Plata y Radio El Mundo, y hasta un programa desde la costa durante diez temporadas de verano.
Tus ciclos musicales hicieron escuela. Todos sabemos de tu pasión por el rock, y específicamente de tu manía por The Beatles que comenzó en 1963, de cómo lograste entrevistar a Paul McCartney y George Harrison, cumpliendo con estas entrevistas el sueño del pibe, porque como vos mismo dijiste:” los Beatles nunca fueron un hobby sino parte de mi vida”. Pero no te quedaste en difundir a los consagrados, desde la radio primero y desde la televisión después, le diste cabida a los grupos del rock nacional hoy famosos y que, en ese momento, eran prácticamente desconocidos: Charly García, Lebbón, Almendra, Serú Girán, Alberto Spinetta, etc.
Una vez contaste que a los 20 años, le dijiste a tu padre que no te interesaba el tango, y él te contestó: “No importa, el tango te va a esperar”, me acordé de esto cuando en el 2005 vi por televisión el programa “Badía en concierto” en el que cantaron el Negro Juarez y María Graña. Estos recuerdos se me agolparon, como también todas las veces que hablaste de tu padre, del riquísimo vínculo que habían construido. Y al recibir la noticia de tu muerte, escuchar los comentarios de los que te conocieron y te despidieron, pensé que tener como trampolín para la vida, una familia cariñosa que te da alas, que te incita al vuelo, es empezar con una buena base, es tener resuelta una parte muy importante del camino.
Algunas de las bandas de rock nacional que cantaron y tocaron en tu programa “Badía y Cía”, por los años '80 fueron: Soda Stereo, Virus, Charly García y Los abuelos de la nada, entre otros muchos.
Recibiste dos Premios Martín Fierro por “Una buena Idea” a Mejor Programa y Mejor Animación en los años 1992-1993; también en el 95 recibiste otros dos en las mismas categorías por “Imagen de Radio” ; en 1996-97 Mejor animación por “Badía y Cía.”; en 2007 “Badía en Concierto” por la TV Pública y finalmente, este año por quinta vez, recibiste el Martín Fierro, en este caso por tu trayectoria.
Asimismo, recibiste dos veces el Premio de la Fundación Konex en los años 1995 como Jurado Música Popular y en 2001 como conductor.
Los memoriosos de siempre y fans de The Beatles, al conocerse tu muerte a los sesenta y cuatro años, recordamos el tema de John Lennon y Paul McCartney “When I'm Sixty Four - Cuando yo tenga Sesenta y Cuatro”, quizá hace cuarenta años atrás, te hayas preguntado: ¿Que será de mí cuando tenga sesenta y cuatro años? O le hayas dicho a alguna novia los primeros versos de este tema, (Cuando sea viejo y pierda el pelo ¿Me seguirás alimentando, me extrañarás, me necesitarás todavía cuando yo tengo sesenta y cuatro años?
Me pregunto: ¿Cuántas veces habrás escuchado este tema, siendo como eras y siempre fuiste un fans de The Beatles?
La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires te entregó una placa en la que te distinguió como “Personalidad Destacada de la Cultura”, al recibirla con la sencillez que te caracterizó siempre, dijiste: “Yo soy un personaje de la cultura porque me tocó. Yo pasaba por ahí, vi la puerta y entré” una broma que te pinta como un ser que pese al éxito y la popularidad no se cree mejor que los demás, tiene clara conciencia de que a veces -para bien o para mal- somos juguetes de la realidad, en tu caso para bien.
La muerte trae consigo una manta, muy grande y muy piadosa, que suavemente se deposita y perdona, en general la gente honra elogiando y borra los aspectos irritantes o azarosos del fallecido, pero en tu caso, sembraste tanta buena onda, que en el Martín Fierro tus pares se pusieron de pie para aplaudirte. Y yo siento que fue muy bueno que en este año reconocieran tus valores y tu trabajo desde La Legislatura Porteña y desde APTRA (Asociación de Periodistas de la Televisión y Radiofonía Argentinas). Este último, validando tu trayectoria, y como vos dijiste: “la trayectoria no es de un día a otro, es remar muchas veces contra la corriente”. Fueron cuarenta y dos años como profesional y trayectoria significa no haber bajado los brazos, haber buscado nuevas formas de comunicación, mezclando formas viejas y nuevas. Tratando de realizar un aporte a este medio tan inficionado de plagio y en el cual la creatividad muchas veces está ausente. Es haber considerado el rating como un tópico más a tener en cuenta dentro de los muchos aspectos que un programa requiere. Es también decirle que no a la chatura y sí al esfuerzo, a extremar los cuidados para el logro de un producto novedoso y de calidad.
No te hizo falta saltar, ni vestirte con colores chillones, no fue necesario que mostraras tus tatuajes (suponiendo que los tuvieras), no dijiste malas palabras para captar a un público masivo, fuiste vos tal y como te gustaba ser y nadie te criticó nunca el hablar pausado, el realizar entrevistas con un estilo cuidado y sin burlarte del invitado.
Tu ultimo proyecto para Canal 360 fue una serie de entrevistas que se inició con el reportaje a Charly García, y el resto de lo planificado quedó suspendido por una neumonía que sumada al cáncer de mediastino con el que venías peleando, te hospitalizó.
La política partidaria no fue tu sino y eso contribuyó a una ausencia total de enemigos que según tus palabras (al recibir el último Martín Fierro), veo a muchos amigos intimos y no veo enemigos, porque hice mi camino sin buscarlos.
Juan Alberto Badía tenía 64 años, había nacido en Ramós Mejía, Provincia de Buenos Aires, un 29 de noviembre de 1947.
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