Los medios audiovisuales como la televisión, Internet,
los teléfonos celulares, los whatsapps y toda la tecnología aparecida y
desarrollada en los últimos años, han
significado un embate muy serio para la comunicación gráfica, sea ésta en
libros o revistas.
La imagen es
rápida, nos brinda toda la información sin que el usuario realice ningún
tipo de esfuerzo en su procesamiento, ya que éste ya lo han hecho los
responsables. En el caso de los medios
escritos, el simple acto de leer implica un trabajo imaginativo del lector quien
debe visualizar lo que dice el texto.
La necesidad de comunicación dentro de los grupos
humanos ha existido siempre y las comunidades encontraron puntos de reunión
tácitos, como lo demuestra el diseño estructural de los pueblos que,
generalmente, ubicaban la plaza principal en un centro geográfico y a su
alrededor los edificios de servicios de uso común entre las gentes como son: la
iglesia, la municipalidad, la estación de policía y el servicio de correo
postal.
La famosa vuelta al perro, no es más que una salida
familiar para salir al encuentro con otros vecinos, así solo fuera para
saludarlos con la mano.
En las grandes ciudades, los pueblos fueron sustituidos
por los barrios, cada uno con una idiosincrasia que los define, una historia
que los antecede y valida y por el diario o periódico local.
En la mayoría de los casos se trata de un periódico, ya
que aparecen por lapsos preestablecidos, semanal, mensual, bimestral, etc., algunos
son “cuandopuedísticos” es decir, salen y se distribuyen “cuando pueden” porque
no disponen de los fondos ni del aporte de los comerciantes y empresarios de la
zona como para comprometerse con la imprenta para salir al público a intervalos
regulares. Otros, ven la luz unos meses y luego desaparecen de manera tan
mágica como aparecieron y sin dejar rastros en la memoria del barrio.
Por último están los que se iniciaron y la constancia y
tenacidad del director, los anunciantes y el grupo humano que arma el periódico
o revista, logran que éste siga apareciendo, sin prisa pero sin pausa, a través
de los años. Es el caso de la Revista Aquende, que en este mes de noviembre
cumple 30 largos años desde su primer ejemplar y desde su lugar, es un testigo
de las actividades de los vecinos de Chacarita, Colegiales y Villa Ortúzar.
En sus 360 números fueron entrevistados vecinos nativos
de los barrios mencionados así como artistas ilustres y personas destacadas en
otros ámbitos que viven y han abrazado a esta comunidad como si fuera propia.
Asimismo, ha sido difusora de actividades culturales
cuya lista es tan extensa que resulta imposible incluir en esta nota,
mencionaremos las más recientes como fue, por ejemplo, el ciclo en homenaje al
cineasta sueco Ingmar Bergman, que se realizó en la biblioteca Baldomero
Fernández Moreno y que permitió que mucha gente del barrio accediera a la
filmografía de ese gran artista, en forma gratuita y sin moverse de su barrio.
Ha difundido y promovido las actividades de los Centros
de Jubilados del barrio ayudando a los mismos a una vejez más placentera y de
mayor accionar según los tiempos que corren.
Ha participado con ORCOPO (Organización de comunidades
de pueblos originarios) convocando a los vecinos a los actos que se realizaron
en la misma plaza cuando en el 2009 retiraron la escultura “Los Andes” del
escultor Luis Perlotti, un símbolo del indigenismo y un lugar de reunión para
esa comunidad.
Aquende no trabaja en soledad, aúna esfuerzos con otras
fuerzas vivas como la Sociedad de Fomento de Federico Lacroze y otras entidades
solidarias que desde hace años vienen trabajando por el bien de los vecinos,
un ejemplo de ello es el “Hogar de
Esteban E. Maradona” que realiza una labor desinteresada en favor de personas
humildes tanto aquí como en otras provincias, en especial la provincia de Formosa.
En lo que se refiere a mi inclusión dentro de la familia
“Aquende”, se inició en el año 2007 y, continúa hasta la fecha, siempre en un
marco de trabajo en equipo, en el que los temas son discutidos, sin
imposiciones, con la conciencia de que todos estamos en el mismo barco y lo que
nos interesa es que la revista sea esperada por los lectores, como hasta ahora,
y además, con el propósito de mantener el nivel y de superarnos edición tras
edición, para que vea la calle con una buena presentación, artículos
interesantes, comentarios solidarios, difusión de actividades sociales,
benéficas y culturales.
Que la revista sea considerada por el barrio en su
conjunto como un polo de atracción para que los vecinos se acerquen, nos
cuenten sus inquietudes, sus necesidades, su problemática, para conocernos
entre nosotros y, en la fluidez del
diálogo, poder hacer más y mejores cosas para esta revista que como reza su
tapa “está hecha con el alma”.
Publicado en Revista AQUENDE Noviembre 2014
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